La despensa del invierno

El invierno es largo y en el huerto no se puede sembrar prácticamente nada además de los ajos que hasta finales de primavera no se recogen, acelgas, espinacas y coles que este año no he sembrado. Pero los excedentes del verano aportan a la despensa tomates de conserva que son los que comemos en casa ya que los de invernadero del mercado no nos gustan y estos en una ensalada murciana o simplemente con un poco de mozzarella y albahaca están muy buenos.

Y como no, la reina de las cremas y los purés, la calabaza no puede faltar en los fríos días del invierno y el otoño, este año algunas se han híbridado y han salido formas y colores inesperados que hemos aprovechado para decorar la casa.

Este año los pimientos se han dado estupendamente, cosa que no suele ocurrir y también hemos hecho bastante conserva de pimientos asados y congelados para aportar a guisos o alguna paella, además las temperaturas han permitido cosechar hasta mediados de noviembre que es cuando han empezado las primeras heladas. También bastantes guindillas vascas que seguramente no nos comeremos en todo el año y regalaremos. No es mucho pero al menos nos permite quitarnos el gusanillo por lo poco que nos da el huerto con los fríos.